La causa se desconoce, aunque existen diversas investigaciones que apuntan a una infección vírica, agentes tóxicos o sustancias químicas, alteraciones del Sistema Inmunológico, o alteraciones en el Sistema Nervioso Central (SNC). Se indican como posibles factores de riesgo: las alteraciones genéticas, la existencia de otra enfermedad previa, estrés intenso mantenido en el tiempo, e incluso factores ambientales.
Puede afectar de manera progresiva al sistema inmuntario, el neurológico, el cardiovascular y el endocrino; y se caracteriza por causar una fatiga severa, febrícula o fiebre, sueño no reparador, intolerancia a la luz (fotofobia), al sonido (hiperacusia) y a los cambios de temperatura; cefalea, dolor muscular y en las articulaciones; sensibilidad química múltiple; sensación de estado gripal permanente, faringitis crónica; pérdida sustancial de concentración y memoria; desorientación espacial; e intolerancia al estrés emocional y a la actividad física, entre otras manifestaciones.
No existen prueba específicas. El diagnóstico se basa en el descarte de otras causas posibles de dicha fatiga extrema, que es el síntoma más limitante. Aunque hay sintomatología común con la Fm (como el dolor muscoesquelético, el sueño no reparados, el colón irritable, alteracions emocionales,…), el SFC se caracteriza por la sensación de haber contraído «una gripe que nunca se cura» incluso con estados febriles, faringitis crónica, perdida sustancial de concentración y orientación, inapropiada perdida de la resistencia física y mental, y respuesta de hipersensibilidad generalizada a múltiples agentes habituales antes tolerados( (luces, olores, ruidos, cambios de temperatura, y/o alimentos).
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